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El Vaticano publica una instrucción para la aplicación de la enseñanza a distancia en las facultades eclesiásticas
Publicado: 07/09/21
La Congregación para la Educación Católica ha publicado una instrucción para la aplicación de la enseñanza a distancia en las facultades eclesiásticas. Dicha instrucción, fechada el 13 de mayo y firmada por el cardenal prefecto Giuseppe Versaldi y el arzobispo secretario Angelo Vincenzo Zani, ha sido difundida por la Santa Sede en el mes de agosto. Su entrada en vigor será el primer día del año académico 2021-2022 o del año académico 2022, según el calendario de las distintas regiones del mundo.
La primera parte del texto hace referencia a los cambios en la educación provocados por el impacto de la comunicación digital en la formación y la educación, iniciados en el año 2000. La Congregación indica en la instrucción que la educación a distancia "no sólo es un factor de innovación tecnológica, sino también un elemento capaz de transformar profundamente la cultura académica y reescribir la lógica de los procesos de educación y aprendizaje, así como los objetivos de la formación".
De hecho, la Constitución Apostólica Veritatis gaudium del Papa Francisco, promulgada el 29 de enero de 2018, manifiesta el interés por esta modalidad de enseñanza y la Congregación ya concedió a algunos Institutos Superiores de Ciencias Religiosas la posibilidad de impartir ciertas disciplinas a distancia bajo ciertas condiciones.
Con esta instrucción, las facultades eclesiásticas disponen de la posibilidad, previa aprobación del Dicasterio, de elaborar programas de estudio en los que, según indica el texto, “una parte de los cursos puede impartirse a distancia”.
Educación a distancia, “una herramienta providencial”
En este sentido, monseñor Angelo Zani ha explicado en una entrevista a Vatican News los objetivos y las principales novedades de esta normativa. Para Zani, la enseñanza presencial es fundamental para los estudios eclesiásticos. “Especialmente para el primer ciclo, que es el de la formación teológica o filosófica básica, a través del cual se formarán los que mañana serán maestros, pastores y evangelizadores. En el primer ciclo sólo se pueden impartir a distancia unas pocas disciplinas, tal vez secundarias. Mientras que en el segundo ciclo, el de especialización, y sobre todo en el tercer ciclo del doctorado, se prevé un mayor porcentaje de enseñanza a distancia”, apunta el arzobispo secretario de la Congregación. En este sentido, Zani subraya que el criterio fundamental ha sido aplicar la enseñanza a distancia de forma gradual con unas indicaciones muy precisas.