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Marian Alonso: “Los niños con dificultades de aprendizaje suelen tener un coeficiente intelectual alto”

Publicado: 17/02/21
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Algunos niños sienten frustración porque son incapaces de aprender al mismo ritmo que sus compañeros. A estos pequeños les cuesta hacer las tareas y se distraen continuamente. Si situaciones como esta se prolongan en el tiempo, los niños cambian de humor y manifiestan su frustración con tristeza, llantos y en el peor de los casos fracaso escolar.

Nuestra antigua alumna Marian Alonso -logopeda clínica, escolar y de atención temprana- aporta luz ante este problema. Además, en el cuento, que ha publicado dirigido a niños El despegue de la mariposa, pretende normalizar las dificultades de aprendizaje.

Pregunta (P): Lleva trabajando con menores desde hace una década. ¿En qué medida el niño es consciente de su dificultad?

Respuesta (R): Los niños que presentan dificultades en el aprendizaje, por norma general, tienen un coeficiente intelectual bastante bueno y esto hace que se den cuenta y comparen con otros niños de su clase. Si al niño le mandan leer en voz alta y lo hace mal, o suspende exámenes, esto hace que sienta vergüenza o se sienta inferior respecto a otros compañeros. Así que, en estos casos, son muy conscientes de lo que les pasa.

P: ¿Cuáles son las señales que pueden ayudar a los padres a darse cuenta de que a su hijo le ocurre algo?

R: En el caso de las dificultades del aprendizaje, ya desde pequeños vienen avisándonos con determinadas características como, por ejemplo: dificultades en el habla, a la hora de aprender series (días de la semana…), pero no todos los niños tienen qué llevar un mismo patrón de aprendizaje o las mismas dificultades. Hay unos protocolos de detección que se llaman PRODISLEX (Protocolos de Detección y Actuación en Dislexia), clasificados por edades, donde los papás pueden encontrar mucha información sobre las características de este tipo de niños, para que podemos observar en casa y acudir a un especialista para una evaluación.

P: ¿Qué tipo de patologías logopédicas impiden el desarrollo de aprendizaje?

R: En los aprendizajes de lectoescritura las más conocidas son la dislexia y el TDA o TDAH. Son niños con buenas capacidades intelectuales. Es decir, un niño “normal”, inteligente, sociable… pero que no aprende como los demás.

Después hay muchas otras patologías que impiden el desarrollo de los niños pero ya traen consigo otro tipo de diagnósticos y de dificultades.

P: Kimana, la protagonista de su cuento, es una niña india que para salir de ese estado de frustración cuenta con la ayuda de los sabios de la tribu y de sus padres ¿Es necesaria la ayuda profesional, en colaboración con los padres, en estos casos?

R: Por supuesto. Sin la ayuda de profesionales, del cole y de la familia lo más seguro es que estos niños no avancen y, finalmente, se rindan y dejen sus estudios.

P: La frustración del menor puede tener consecuencias más profundas como la baja autoestima, el aislamiento, etc. ¿Cómo puede revertirse?

R: Esto se trabaja más en el área de la psicología, pero es fundamental que creamos en nosotros mismos para avanzar y esto se hace con un trabajo propio, pero cuando se es un niño también influye mucho el entorno, el cómo te hacen sentir. Entonces es importante el aprendizaje que enseña el profesor, pero también es igual de importante que te hagan sentir válido como al niño que se le da todo muy bien.

P: El cuento reivindica la normalidad de ‘la diversidad’ ¿Qué debe cambiar en el sistema educativo y en las familias para conseguirlo?

R: Esto es una “batalla” que especialistas y asociaciones llevan mucho tiempo librando. Por suerte, ya hay muchos profesores y papás que entienden qué es la dislexia y ofrecen adaptaciones a estos niños que, al final, es lo que se pide: adaptaciones dentro del aula para ponerles en las mismas condiciones que al resto de alumnos y no etiquetar de “vagos” o cosas peores.

P: ¿Qué consejos ofrece a los padres para reforzar la motivación de sus hijos?

R: Valorar su trabajo en positivo. Dejarles que sean buenos en algo y no castigar sin esa actividad. Por ejemplo, Kimana, la protagonista del cuento, es buena en pintura, pero como ha suspendido un mes, deja de acudir a esta actividad. Con esto lo que hacemos es quitarle su vía de escape y la actividad en la que ella se siente a gusto. Explicarles, en el caso de que sea dislexia, TDAH… qué les pasa y ponerse en su lugar.

P: ¿Sus estudios en la UPSA le ayudaron a enfrentarse en su labor profesional?

R: Claro que sí, desde primero teníamos prácticas con pacientes reales y aporta mucha experiencia. Posteriormente, cuando “sales al mundo” no es lo mismo que haber estado solo enfrente de apuntes. Y, este valor añadido no lo tienen todas las universidades. De hecho, en muchas entrevistas de trabajo estas prácticas con pacientes reales me han ayudado mucho, incluso, valoraban mucho haber estudiado en la Ponti.

El despegue de la mariposa está disponible en este enlace (https://logopediamarianalonso.com/el-despegue-de-la-mariposa/)